LA OSCURIDAD NOS ILUMINA

La oscuridad nos ilumina

Dicen los sabios, que conocemos la oscuridad, al encender una luz.
Esa negrura que reina sobre nuestros pensamientos y hasta en nuestro corazón, se yergue gigantesca, invasora, y todopoderosa.
Sin embargo, retrocede velozmente ante una mínima llama.
La luz la despierta, la empequeñece, la limita … la obliga a retroceder hacia el vacío de su presunta inexistencia.
La noche es invencible solo porque se habita a sí misma.
Cuando una minúscula luciérnaga se atreve a desafiarla en la inmensidad se hace visible.
Se nos revela cuando bailamos en las sombras que produce su recuerdo.
Transmutamos la oscuridad desde nuestra propia luz, desde la mirada brillante que indaga en los sucesos horribles y nos permite desnudarlos para humillarlos, para combatirlos y vencerlos, una y otra vez, las que sean necesarias.
Expresar el dolor de los otros y el propio, enciende nuestra luz.

Al bailar . . . “la oscuridad” nos iluminamos , nos multiplicamos
y dejamos . . . de vivir . . .“en la oscuridad”.

SUSANA ALONSO